Escribía Gustavo, mientras daba forma a su Fuerza Natural.
Y pucha que fue visionario. Porque el aire está cambiando y eso es un hecho. En realidad, ya viene cambiando desde hace algún tiempo pero ahora se expandió. Se expandió como el virus que pone en jaque a la población mundial y que la obliga a repensarse.
Ya no hay lugar para tibios. El cambio de paradigma, que se viene gestando desde hace un tiempo, hoy es una realidad y cada uno de nosotros va a tener que elegir qué camino quiere tomar. Lo importante es que elijas un camino que tenga corazón. Tu corazón. Porque, si no lo hacés, al tiempo vas a perderte en las encrucijadas de la mente, lleno de vacío: un vacío existencial que te hará perder la magia que hay detrás del caos y lo sutil de la belleza en el medio de la oscuridad.
Ya se avizoraba un 2020 revuelto, turbulento, que se llevaría puesta toda estructura que se cruzara en el camino. No teníamos ni idea que iba a ser con este nivel de intensidad y en tan poco tiempo. Por eso, hacé hablar a tu voz interior, dale volumen a tu corazón y despertá al animal de poder que tenés dormido adentro. Cargate una mochila bien liviana en la espalda, esa que más te gusta y que te acompaña en las aventuras. Tomá aire, confiá en el Universo más que nunca, sé paciente y esperá tu momento que todo va a estar bien.
Dejá atrás las piedras que no te permitían avanzar, sé flexible y tené cintura para moverte siguiendo la marea. Hacete amigo de la vorágine que los tiempos de cambio traen como un viento de cola, pero eso si: agarrate porque al ritmo que venimos, si no clavás el ancla en tu centro de equilibrio, la ola te va a arrastrar hasta la nueva orilla, a los tumbos y sin pedir permiso.
admin says
hola como etan